Manos ensangrentadas no se lavan con jabón

30/03/2020
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Los cambios radicales que se están generando segundo a segundo en la geopolítica mundial, no dan tiempo para hacer una análisis pausado y profundo sobre lo que está pasando en la actualidad y ver sus consecuencias a corto y largo plazo. Lo cierto es que después de esta pandemia el planeta ya no será igual, si es que se aprenden las lecciones dejadas por las cicatrices que quedarán para aquellos que puedan sobrevivir, y ojalá seamos más que menos.

 

La tercera década del siglo XXI, por los virus que soplan, al parecer, será la más tenebrosa de este siglo sumado a ello el contra tiempo  que llevamos peligrosamente por los efectos del cambio climático que está haciendo desaparecer ya a algunas islas en el Pacífico, océano Indico y en el Caribe, caso Panamá o islote que desaparecieron en Luisiana (Estados Unidos), los incendios en Australia y la Amazonia brasileña, como consecuencias indiscutible del calentamiento global producido por los proyectos mineros extractivos que comenzaron hace más de medio milenio en 1492.

 

Caprichos de invasión

 

El poder concentrado en pocas manos y sobre todo en psicópatas, como el ocupante de la Casa Blanca, Donald Trump, y sus ilusos seguidores de la ultraderecha en Venezuela y algunos países de América Latina, ante el bioterrorismo, inteligencia artificial, robótica y nuevas tecnologías de guerra que estamos viviendo a nivel planetario, lejos de reflexionar, más bien lo ha puesto más obtuso en cuanto a la comprensión de la desaparición definitiva del planeta. Piensan que, con amenazas terroríficas, se salvarán de las guerras bacteriológicas y nucleares que ya han construido. Recuerdo que, en enero del año 2018, Donald Trump tenía sus planes listos para la invasión militar a Venezuela desde el Comando Sur con apoyo de algunos países de la OTAN, lo cual fue impedido por el Congreso de Estados Unidos pues eso iba a producir una guerra geopolítica mundial con resultados peores que la primera y segunda guerra mundial.

 

Ante ese fracaso, los chiflados de la Casa Blanca buscaron aliados en países latinoamericanos donde poseen más de setenta bases militares, sobre todo en los 2.219 km de frontera que tenemos con Colombia bajo el gobierno del dúo narcotraficante del Duque-Uribe (Colombia) o la amplia frontera entre Colombia y Brasil en manos del imbécil presidente brasileño Bolsonaro, en combinación con la ultraderecha venezolana.

 

Lavarse las manos ensangrentadas no les quita el virus genocida

 

La noticia de poner una recompensa, como en el viejo oeste de EEUU, al presidente Maduro demuestra la inmadurez y estupidez del ocupante de la Casa Blanca. Mientras que la pandemia del coronavirus está causando estragos en su país, Donald Trump demuestra su incapacidad y estado de locura amenazando una vez más a nuestro país en complicidad con Duque, Bolsonaro y algunos militares frustrados venezolanos que ya quedaron al descubierto. El ex encargado de negocios de Estados Unidos en Venezuela, ahora en Bogotá, Jimmy Sotory, declaró que Trump no tiene que ver con el comando terrorista organizado por la DEA, los militares traidores venezolanos, así como Juan Guaidó y Leopoldo López (Partido Voluntad Popular). Sin embargo, el líder de esta soñada insurrección, el general Cliver Alcalá, acolitado por el militar racista Carratu Molina, que llama “monos” a los venezolanos, expresó que el gobierno de Trump apoyaba este intento de Golpe sucedido el 30 de abril del año pasado.

 

Una de las formas de prever el coronavirus es lavarse las manos, pero las manos ensangrentadas con virus genocida …eso no quita con jabón. A los Estados Unidos les ha costado quitarse ese virus de exterminio a los pueblos que no se dejan someter tales como Cuba, Nicaragua, Irán, Siria, entre otros. Donald Trump no la tendrá fácil y con él sus secuaces de América Latina encabezados por el desaparecido grupo de Lima que ya ni se menciona y una OEA que se terminó de putear reeligiendo al vampivirus Luis Almagro.

 

En veinte años no han podido derrotar el proceso bolivariano como fácilmente lo hacían en el pasado en su patio trasero. El pueblo venezolano no está dispuesto a que otros vengan a resolver nuestros problemas, somos un pueblo más bien de libertadores como quedó demostrado en el siglo XIX, somo un pueblo solidario, incluyendo al pueblo pobre de Estados Unidos, como ha quedado demostrado en las dos primeras décadas del siglo XX. Lo cierto es que somos un pueblo a toda prueba antiimperialista. Después de esta pandemia provocada al parecer por los laboratorios de bioterrorismo en Fort Detrick, Maryland (USA), nos corresponde a los venezolanos someternos. Una revisión profunda para pasar de una democracia participativa a una democracia revolucionaria con la hipertrofia que también se generaron en estos veinte años.

 

CHU CHE RIAS

 

—-Mosca con la discriminación religiosa en Venezuela, aquí en nuestro país no solo se practica el cristianismo en sus diversas modalidades, tampoco el judaísmo, ni tampoco el islam. Aquí en nuestro país hay más seguidores del espiritismo de Marialionza, así como las Regla de Palo Kongo, Ocha, IFA, Vudu y las treinta y dos religiones indígenas existentes en nuestro país…ojo con la discriminación religiosa en esas cadenas nocturnas por TV…todos apostamos con nuestra fe a combatir esta pandemia…así es que también deben abrir un espacio en ese horario estelar para todas las religiones existente en nuestro país……dejen la guebonada.

 

———Me escriben la gente del Mango de Ocoyta (Municipio Acevedo) y sus alrededores, así como el sector de Rio Chico Arriba (Municipio Páez), que ante la crisis alimenticia que ya está en puerta necesitan contribuir con sus producciones a precios justo sin los intermediarios que prácticamente por sacar la producción pagan precios injustos para revender un plátano en 10 mil bs.

 

———-La cimarrona Adonys Quintero de Puerto Cabello, del Movimiento Afrorevolucionario Juan Ramon Lugo, escribe que está al mando de las milicias de mujeres del puerto en recorrido casa por casa contra el coronavirus.

 

———-Rosa Mejías, cimarrona de Catia organizo un grupo de mujeres para elaborar tapa bocas para la comunidad para evitar la expansión del coronavirus en esa parroquia.

https://www.alainet.org/es/articulo/205579
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