Ecuador: Correa lamenta que Lasso no haya ganado

16/01/2018
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Con el triunfo de Lenin Moreno como presidente del Ecuador a inicios del 2017, se pensó que este nuevo gobierno sería una continuación al de su antecesor Rafael Correa, sin embargo, fue una sorpresa para todo el mundo que no sea así, pues no resultó ser ningún títere y peor un encubridor de lo que sucedió en la época correista. A tal punto, que hoy Correa hubiera querido que gane el candidato opositor de derecha Guillermo Lasso, pues continuaría teniendo al más grande partido político del país a su favor, y seguiría controlando todas las instituciones públicas del Ecuador; con lo que estaría protegido de las acusaciones de corrupción y de despilfarro, que le está endilgando toda la oposición de derecha e izquierda, y tan solo tiene el respaldo de algunos incondicionales.

 

Si hubiera ganado Lasso y él estuviera sacando a la luz todo lo que está haciendo Moreno, todo el partido de Correa ahora estaría defendiéndolo, y no como actualmente en que se encuentra dividido y con una gran mayoría apoyándole a Moreno; por lo que Correa ya ha anunciado la creación de otro partido político. Como fue Moreno el que destapó la caja de pandora, muchos de los miembros de su partido lo están apoyando, pero si hubiera sido Lasso el que esté haciendo lo mismo, todo el partido correista estaría diciendo que Correa es un perseguido político, y que todo lo que señala el derechista Lasso es falso, ya que quiere vengarse de todas las políticas populares de izquierda que hizo la autodenominada “revolución ciudadana”.

 

En este sentido, no solo que Correa ha perdido su partido político y el control de toda la institucionalidad del estado ecuatoriano, sino que ha perdido el apoyo internacional de una gran parte de la izquierda, que en el caso contrario, de haber ganado Lasso estarían dispuestos a defenderlo hasta con la vida, como se ha dado en el caso de Cristina de Kirchner y de Lula. Hoy, Correa estaría en ese grupo de “perseguidos políticos” por la derecha, aunque de alguna manera si lo está por parte de cierto sector de la izquierda light.

 

Lo que quiere decir, que la política (e incluso las ciencias sociales) se mueven por romanticismos y por dogmatismos, antes que por realidades. Algo que pasa a nivel mundial, por lo que se puede afirmar que la política es el espacio de manipulación de las conciencias o de la posverdad -como se dice ahora-. Incluso, si hubiera ganado Lasso, hoy el propio Moreno le estaría apoyando a Correa, por simple solidaridad partidaria o por “espíritu de cuerpo”; pero como es Moreno el que se ha enterado directamente de todo lo sucedido en la “década ganada”, es que tomó la decisión de destaparlo antes que callarse o hacerse de la vista gorda. Y eso, jamás pensó Correa de Moreno, pues como estaba acostumbrado a manipular, pensó que podría manejarlo fácilmente.

 

Actualmente, se encuentra en marcha una consulta popular o un referéndum, y una de las preguntas básicas se refiere a la eliminación de la reelección indefinida, que el propio Correa se hizo aprobar en sus pretensiones de eternizarse en el poder. La consulta está siendo empujada por Lenin Moreno y según las encuestas ganaría fácilmente con más del 70% de los votos, con lo cual Rafael Correa quedaría sepultado por siempre. Pero si Lasso hubiera ganado la presidencia y él estaría empujando esta consulta, muy difícilmente la habría ganado, pues todo el correismo (incluido Moreno) estaría en contra de ella, y con ello Rafael Correa seguiría soñando con la ley del péndulo para regresar nuevamente. Un autocalificado de izquierda como Rafael Correa, si hubiera ganado el derechista Lasso, se estaría actualmente preparando para regresar como víctima, y el pueblo incautamente volvería a votar por él, como ha sucedido anteriormente con otros presidentes.

 

Como vemos, lo peor que le pudo pasar a Correa es que un miembro de su mismo partido le haya dado la espalda y no le haya socapado como eran sus intenciones. Es lo peor que le puede pasar a un político que cree sabérselas todas y que el tiro le salga por la culata. Fue el propio Correa el que le escogió a Lenin Moreno como candidato, por eso le debe doler tanto que hoy le trata de “traidor” y de “desleal”. Incluso, Moreno al darse cuenta del país que recibía, vio que en el fondo le habían tendido una trampa, pues estaba rodeado de “mafiosos” -como él mismo lo dijo-, los que le hubieran llevado a su molino y habría terminado como otro miembro del grupo, más por miedo a fracasar o por presión política de las fichas que luchan por el poder.

 

Es más, no solo que vislumbraban los correistas el escenario de qué harían si ganaba Moreno, sino, que última instancia preferían que gane Lasso, para justamente presentarse como víctima y poder regresar posteriormente. Siendo esto último, lo que más les interesaba y utilizaron a Moreno en ese propósito; al menos eso se desprende de las declaraciones de Eduardo Mangas exsecretario de la presidencia de Moreno, quien señaló de que tuvieron que redoblar los esfuerzos por sí mismos en la campaña electoral, pues la contienda estaba perdida al ritmo con el que la empujaban los correistas.

 

Cuánto debe estar sufriendo Correa, quien tuvo a todo un país a su servicio, y que hoy que está haciendo campaña contra las preguntas de la consulta, reciba el rechazo mayoritario del pueblo ecuatoriano, al que, cuando era presidente y aprovechándose de su poder y de todo el aparato del estado, les perseguía inmisericordemente. Cuánto debe estar dolido su ego, al terminar en el ático de una casa de Bélgica, ocupado todo el tiempo del internet para saber lo que dicen en el Ecuador de él. Mientras su familia pasará haciendo su vida normal, Correa encerrado en su claustro sigue con el horario del Ecuador que tiene una diferencia de 7 horas con Bélgica, es decir, mientras en Bélgica la gente está viviendo en el día, Correa estará durmiendo, y viceversa.

 

Y lo más probable, es que va a terminar sus días en Bélgica, pues como otros expresidentes logrará posicionarse internacionalmente como perseguido político luego de la avalancha de acusaciones que tiene en su contra, por lo que no querrá regresar al país ante el temor de ir a la cárcel, al igual que su vicepresidente Jorge Glas actualmente en prisión. Esa será su mayor tristeza.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/190375
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