Democracia, política y economía

05/05/2016
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No he encontrado mejor definición de Democracia Directa que la ofrecida por Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) cuando nos dice que, “si hubiera tenido que elegir el lugar de mi nacimiento  [...] habría preferido nacer en un país en donde el Presidente de la República y el pueblo no pudieran tener que un solo y mismo interés, a fin de que todos los movimientos de la máquina se orienten solamente al bienestar común, lo que no se puede hacer a menos que el pueblo y el Presidente sean una misma persona.”[i]

 

Rousseau nos dice con toda claridad que existe Democracia solamente cuando es el pueblo quien decide por él mismo su futuro. No hay ningún lugar para los “representantes del pueblo” o intermediarios.

 

Por ello, es errado creer que la Democracia Directa comienza con la Democracia Ateniense del siglo VI a.C. Más errado es todavía creer, como lo piensa “Carl J. Friedrich, uno de los padres fundadores de la ciencia política alemana tras la Segunda Guerra Mundial, [quien observa que] ‘una contrastación entre democracia representativa y democracia directa [...] sólo tiene una importancia teórica, pero ninguna práctica’ (Friedrich 1966: 29).”[ii]

 

Y esto porque se ha generalizado la idea de que la Democracia es solamente un asunto político, tanto que se le ha ligado solamente con el voto como expresión ciudadana, la iniciativa popular, el referéndum, plebiscito[iii], revocatoria de mandato, cabildo abierto, etc.

 

La Democracia, o más precisamente, la Democracia Directa, está íntimamente ligada a la base socio-económica del grupo social o sociedad. Es una particularidad del elemento fundamental del proceso de trabajo que, en los albores de la Humanidad, facilitó la práctica de la Democracia Directa de una manera natural. Una vez más, Rousseau es claro en su demostración.

 

“Los unos dominan con violencia, los otros gimen avasallados a todos sus caprichos: es esto lo que precisamente observo entre nosotros. Pero no veo cómo esto se pueda decir de los hombres salvajes, a quienes tendríamos mucha dificultad de hacerles comprender lo que significa servidumbre y dominación.

 

Un hombre muy bien puede apoderarse de los bienes alimenticios que  otro ha recolectado, de la presa que ha cazado, del lugar que le servía de vivienda; pero ¿cómo logrará hacerse obedecer, y cuáles podrían ser las cadenas de dominación entre los hombres que no poseen nada?

 

Si me expulsan de un árbol, estoy listo para ir a otro árbol; si me atormentan en un lugar, ¿quién me impedirá de ir a otro lugar?  ¿Existe un hombre de una fuerza muy superior a la mía y, además, bastante depravado, perezoso, y feroz, para obligarme a alimentarlo mientras que él descansa?

 

Sería necesario que se decida a no perderme de vista, de miedo que me escape o que lo mate. Es decir que él está obligado a exponerse voluntariamente a un sufrimiento mucho mayor que el que se quiere evitar, y el que me hace sufrir a mí mismo. Aparte de ello, basta que su vigilancia disminuya un momento, que un ruido imprevisto le haga voltear la cabeza, y yo habré dado veinte pasos al interior de la selva, y mis cadenas se habrán roto, y no me verá nunca más en su vida. [...].

 

Es imposible someter a un hombre sin haberlo puesto previamente en la situación de no poder prescindir de otro, situación que no existe en el estado natural, en donde se deja a cada uno libre de yugo y hace inútil la ley del más fuerte.”[iv]

 

Sucede que el elemento fundamental del primer proceso de trabajo con el cual el ser humano logra supervivir es la “mano desnuda” del trabajador. Y éste tiene la particularidad de ser parte del mismo trabajador, motivo por el cual se hace imposible su apropiación por una tercera persona con fines de dominación. Además, resulta que el Centro de Alimentación compuesto de bosques y espejos de agua abundantes en bienes alimenticios, hace imposible igualmente apropiárselo con fines de dominación del uno sobre el otro.

 

Esta característica estuvo también presente en el segundo proceso de trabajo en donde el elemento fundamental (las herramientas de trabajo) es parte del mismo trabajador, aparte que el Centro de Alimentación sigue siendo libre y extenso.

 

Entonces, la Democracia Directa no es solamente una cuestión política. Existe plena interrelación entre la base socio-económica que la condiciona y sus instituciones que la hacen perdurar en el tiempo.

 

En lo que sigue, en forma breve y referencial, señalaremos algunas de las principales instituciones de Democracia Directa que reflejarían mejor a la base socio-económica que se propone en el modelo de desarrollo alternativo al Capitalismo.

 

Comenzaremos por presentar los pilares de las instituciones de la Democracia Directa. Luego señalaremos dos características esenciales de la Democracia Directa. Se trata de la horizontalidad en la toma de decisiones, y el de una organización simple dentro de una sociedad compleja. Terminaremos por realizar un rápido bosquejo de las principales instituciones de la Democracia Directa.

 

Lima, sjl, 5 de mayo del 2016

 

Dr. Hugo Salinas

salinas_hugo@yahoo.com

 

 

 


 

[i] ROUSSEAU Jean-Jacques, [1754]  Discours sur l’origine et les fondements de l’inégalité parmi les hommes, GF-Flammarion, 1992, p. 145-46

 

[ii] THIBAUT Bernhard, Instituciones de democracia directa en América Latina, in http://www.iidh.ed.cr/comunidades/redelectoral/docs/red_publinea/Tratado/Democracia%20Directa.htm

 

[iii] http://www.toupie.org/Dictionnaire/Democratie_directe.htm

 

[iv] ROUSSEAU Jean-Jacques, [1754]  Discours sur l’origine et les fondements de l’inégalité parmi les hommes, GF-Flammarion, 1992, p. 220

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/177254
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