Nuevas facetas

Relación entre las mujeres y las TIC

11/09/2005
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  • Opinión
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La discusión en línea entre varias mujeres expertas en ciencia y tecnología y abocadas al estudio de las cuestiones de género en este campo pone su acento en el bajo número de mujeres jóvenes dispuestas a dedicarse a esta área de trabajo en los países europeos, Estados Unidos y Canadá. El comentario de una de estas expertas permite una sonrisa: “Es que las chicas no encuentran nada “sexy” en ser ingenieras, matemáticas o químicas”.

¿Qué tiene eso de importante cuando se elige una carrera universitaria? ¿De qué manera la imagen que se ha creado en mujeres y varones de las personas que desempeñan tal o cual carrera definen una elección? La figura pulcra, distante, de delantal blanco, anteojos y modales fríos de las científicas y técnicas de las series de televisión o de las películas, seguramente, ocupan un lugar en el imaginario de estas adolescentes que no ven nada “sexy” en aspirar a imitarlas, por mucho que se sientan atraídas por la ciencia y la tecnología. ¿Será posible quebrar el estereotipo?

Recuerdo hace unos años  una intensa conversación con jóvenes ingenieras y científicas recién recibidas, en las que se percibía un alto grado de angustia porque el futuro se les presentaba como la disyuntiva entre ser buenas profesionales o formar una pareja, tener hijos y desempeñarse como mujeres de carne y hueso. La cultura dominante, los mandatos familiares, la fuerza de los estereotipos reforzados por una sociedad con disfraz progresista, pero con discurso patriarcal a cada vuelta de página, creaban en ellas sentimientos encontrados, negaciones y mucho enojo. Sentían que las ataduras eran difíciles de romper y el camino les parecía  frustrante, aún antes de comenzar a recorrerlo.

No obstante, no todas las mujeres ven el panorama tan negativo. Algo debe ocurrir en algunos países asiáticos, como Malasia, Corea y Japón, donde la participación de las mujeres en el área de la ciencia y la tecnología es prácticamente de paridad con sus colegas varones. Quizá sea el mercado de trabajo, que ofrece buenas oportunidades para ambos sexos, sin mayores discriminaciones, el que esté marcando estas opciones en esa parte del mundo.

Tampoco vi tanta preocupación en las casi 100 ingenieras y técnicas, en su mayoría menores de 35 años, que participaron como instructoras y alumnas en las últimas jornadas WALC2005(1), en Mérida, Venezuela, organizadas por la Escuela Latinoamericana de Redes, dedicado a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), redes e Internet a fines de julio. Las mujeres constituyeron en esta oportunidad entre un 25 y 30% de las participantes, que tomaron parte con entusiasmo en talleres de alto nivel técnico dedicados a transmisión de datos por redes inalámbricas, desarrollo de contenidos de Internet,  sistemas de información geográficos, uso de software libre, técnicas de enrutamiento en Internet, políticas públicas de  TIC y seguridad informática.

Quizá la nota interesante la puso la fiesta final del taller, donde ingenieras y técnicas bailaron al ritmo de la salsa venezolana sin que a nadie se le ocurriera encasillarlas en roles fríos, distantes, o faltos de vida. Es cierto que en Venezuela, las alumnas en las carreras de ciencia y tecnología alcanzan al 40% del total, superando con creces lo  que ocurre en general en el resto de los países latinoamericanos donde el promedio se mantiene en un 23%. Esta opción profesional va acompañada por una demanda cierta de profesionales de ambos sexos por la industria del petróleo y por el propio Estado, como también por acciones positivas que alientan la participación de las mujeres en este ámbito. Además, al ser más las mujeres que se desempeñan en esta área también ha cambiado la imagen que se tiene de estas profesionales, que en su gran mayoría han sabido conjugar su vida familiar con el desarrollo de su profesión. ¿Por qué una habría de excluir a la otra?

¿Será posible saldar la brecha digital de género?

En noviembre de 2004, el Observatorio de la Cibersociedad, una organización sin fines de lucro de Cataluña, organizó su II Congreso Online, con el tema “¿Hacia qué sociedad del conocimiento?”(2), en el cual participaron unos cuantos exponentes de la sociedad de la información latinoamericana . Una de las secciones de trabajo se dedicó al tema “Género, mujeres y sociedad del conocimiento” y las conclusiones no dejaron de mostrar la ambigüedad que existe todavía en esta materia en el campo del desarrollo de las TIC.

Mientras se leen informes de continuos avances de las organizaciones de mujeres en un uso efectivo de las TIC para organizarse para el trabajo en red, traspasando límites geográficos y pensando en la incidencia política con perspectiva regional e internacional, continúa vigente una brecha digital de género tanto en la educación como en el mundo del trabajo que continúa relegando a las mujeres al ofrecer menores oportunidades de capacitación, una salida laboral acotada con salarios inferiores por igual tarea que sus pares varones y  la vigencia de un sesgo cultural que continúa limitando el acceso y desarrollo de las mujeres en este ámbito del conocimiento.

O sea, las TIC podrán presentarse como neutrales en materia de género, pero tal neutralidad no es tal si las mujeres encuentran las mismas barreras históricas que en otros ámbitos para desarrollarse como técnicas, ingenieras o científicas en el mundo de las TIC. Uno de los autores que trabajó el tema para este congreso en línea, apunta con claridad a la “masculinización” de las profesiones en el ámbito de la informática. Este autor considera que  “esa masculinización es bien visible tanto de modo externo como interno. En cifras, la división sexual que se ha creado en torno a la Informática se ve en el número de trabajadoras y de estudiantes. Pero intentando ir más allá de las cifras, en el mercado profesional de la Informática se detecta una diferenciación en la asignación de tareas y puestos de trabajo (que muchas veces conlleva diferenciaciones  salariales claramente sexistas), según hombres y mujeres”.

Debatiéndose entre el empoderamiento de las activistas y de su movimiento gracias al acceso a las TIC y la reproducción en la sociedad de la información de los roles, los patrones, los estereotipos, las desigualdades y exclusiones propios de una sociedad patriarcal, las mujeres continúan buscando un balance que les permita acceder e insertarse con plena vigencia de sus derechos en un mundo donde la comunicación electrónica ocupa un rol fundamental y del cual no pueden estar ausentes, porque si esto ocurriera sería quedar fuera de la discusión pública sobre temas vitales que se da en este momento por todos los medios: radio, televisión, prensa escrita y también Internet.

Las mujeres saben también que la brecha digital de género es el resultado de brechas preexistentes, impuestas tanto por la ideología patriarcal como por otras ideologías que imponen una concepción del mundo y de las relaciones entre los géneros donde las relaciones de poder que permiten la supremacía masculina por sobre las mujeres conllevan también la implementación de políticas sociales, económicas y culturales de dominación y sometimiento.

Tener conciencia de esto ha llevado a que el trabajo en red desarrollado por el movimiento de mujeres y feminista utilizando la comunicación electrónica permita una articulación regional e internacional sin precedentes, capaz de enfrentar los temas más duros y controvertidos en este esquema de relaciones de poder, como son los de salud sexual y reproductiva o los de la violencia hacia las mujeres, incluyendo cuestiones más que urticantes como anticoncepción y aborto, o trata y crímenes contra las mujeres, como los denunciados feminicidios en varios países latinoamericanos.

Por la incidencia también en políticas de la sociedad de la información


Durante todo el debate que precedió a la primera fase de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI),  las mujeres que trabajan con perspectiva de género en el campo de las TIC se esforzaron por incluir en los documentos finales una visión que abriera espacios y facilitara una presencia activa de la perspectiva de género en la construcción de la sociedad de la información. Es así como en el artículo 12 de la Declaración de Principios de la CMSI puede leerse:

Afirmamos que el desarrollo de las TIC brinda ingentes posibilidades a las mujeres, las cuales deben formar parte integrante de la sociedad de la información y han de ser actores muy destacados de dicha sociedad. Nos comprometemos a garantizar que la sociedad de la información fomente las capacidades de las mujeres y su plena participación sobre las bases de igualdad en todas las esferas de la sociedad y en todas las etapas de la adopción de decisiones. A dicho efecto, debemos integrar una perspectiva de igualdad de género y utilizar las TIC como un instrumento para conseguir este objetivo.(3)

Por su parte, la Declaración de la Sociedad Civil a la CMSI  destaca que las mujeres tienen derechos en la sociedad de la información  y que para ello:

Es necesario adoptar un enfoque equitativo completo en el análisis, en el que se señale el contenido de las políticas y programas relativos a las TIC. Adoptar este enfoque significa que las medidas destinadas a promover los derechos de la mujer han de transformar la relación desigual de poder entre mujeres y hombres. Las mujeres necesitan no sólo igualdad de oportunidades sino también igualdad en el acceso a las oportunidades y la posibilidad de aprovechar plenamente las mismas.(4)

En la región de América Latina y el Caribe fue crucial lograr incidencia en los documentos finales de la Conferencia Regional Ministerial de Río de Janeiro, que se llevó a cabo en el mes de junio(5).  Organizaciones de mujeres, el Caucus de Género de la CMSI, capítulo latinoamericano, y mujeres miembros de la Campaña CRIS-Brasil coordinaron su tarea para hacerla efectiva, ya que el plan de acción que saliera de esta Conferencia marcaría el rumbo del desarrollo de la sociedad de la información en la región en los próximos años.

En esta coyuntura, se hizo necesario enfrentar la poca disposición de los gobiernos a pensar que las cuestiones de género también están presentes en la sociedad de la información. Para muchos delegados gubernamentales, no tenía ningún sentido el reclamo de las mujeres por igualdad de oportunidades y equidad en el acceso y desarrollo de las TIC. Una de las delegaciones oficiales intentó incluir en los documentos finales la necesidad de considerar la dimensión de género al planificar el desarrollo de la sociedad de la información, pero no fue tenido en cuenta. Las políticas de TIC parecieran ser, para algunos, impermeables a toda consideración de esta índole.

Los activistas que representaban a las organizaciones sociales lograron con su cabildeo, para el cual contaron también con la colaboración de representantes de organizaciones de la sociedad civil que formaban parte de las delegaciones oficiales, que el Plan de Acción Elac2007 aprobado por la Conferencia, exprese un sentido de inclusión bastante significativo. No obstante, no define políticas específicas de género, salvo en al área de la capacitación y en la construcción de indicadores para medir los avances,  que podrían haber perfilado la construcción de una sociedad de la información latinoamericana que realmente respondiera a las expectativas de avance del movimiento de mujeres y feminista que tanto ha logrado en otras áreas.

Pero el trabajo continúa. Una de las principales iniciativas de las organizaciones de mujeres que trabajan con temáticas de TIC es influir hacia adentro del movimiento de mujeres y feministas para crear conciencia de que también es necesaria la participación de las mujeres en la discusión y definición de las políticas ligadas al desarrollo de las TIC, agregando a ello los dos temas fundamentales que se discuten en esta segunda fase de la CMSI: gobernanza de Internet y financiamiento del desarrollo de la sociedad de  la información en los países más empobrecidos.

Ninguno de estos es un tema menor. Conociendo los índices de feminización de la pobreza, ¿cómo no impulsar acciones positivas para el acceso de las poblaciones más pobres a las TIC? Teniendo en cuenta la necesidad de una real democratización de las comunicaciones y de mantener a Internet como un espacio abierto para el intercambio y la articulación de los movimientos sociales de todo el mundo, ¿cómo no impulsar un gobierno de Internet que afiance la comunicación democrática y sin interferencias?

Los desafíos son enormes. Cuando a una de las ingenieras que participó en el taller sobre transmisión de datos con redes inalámbricas en WALC2005, se le preguntó si el uso de esta tecnología beneficiaría a las mujeres, ella respondió: “aún cuando significa una gran ventaja acercar estas tecnologías a más mujeres, el que ellas las utilicen dependerá no solo de proporcionarles la infraestructura si no también de sensibilizarlas en la importancia y las ventajas que tienen las nuevas tecnologías, motivándolas a apropiarse de estas herramientas, además de capacitarlas en el uso, haciendo un especial énfasis en el uso estratégico con fines de empoderamiento”.

Como actoras sociales con cada vez más peso político, las mujeres tienen un papel importante que desempeñar en el ámbito de las TIC.  Insistir en que se deben tener en cuenta las dimensiones de género en la sociedad de la información a la hora de innovar, planificar, y decidir en materia de TIC encierra también la necesidad de desarrollar políticas de inclusión en las que se favorezca el empoderamiento no sólo de las mujeres sino también de aquellos tan largamente excluidos de la tecnología y la comunicación.

Dafne Sabanes Plou, periodista argentina, es animadora en América Latina del Programa de Apoyo de las Redes de Mujeres de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, APC-PARM.

Notas:

Talleres WALC2005, www.walc2005.ula.ve
www.cibersociedad.net/congres2004
http://www.itu.int/wsis/documents/doc_multi.asp?lang=en&id=1161, 1160
http://alainet.org/docs/5151.html
http://www.cepal.org/socinfo/



https://www.alainet.org/es/articulo/123217
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