La democracia en cuestión

13/02/2004
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Con la terminación de la 'guerra fría', simbolizada en la caída del Muro de Berlín, se afirmó, no sin razón, que la economía de mercado y la democracia habían sido las grandes triunfadoras y que no tenían, rivales a la vista. Recordemos que durante la confrontación Este-Oeste, se oponían a las 'democracias liberales' de Occidente, las llamadas 'democracias populares' de los países autodenominados socialistas. En la posguerra fría la discusión cambió de eje: ahora la preocupación era cómo hacer que en los distintos países las democracias estuvieran cada vez más cercanas a un modelo ideal, caracterizado por la tridivisión y equilibrio de poderes, pluripartidismos, libertad de expresión y de organización, respeto del Estado de Derecho, elecciones periódicas, libres y transparentes, subordinación real de las Fuerzas Armadas al poder civil democráticamente electo. Es decir, la democracia en su dimensión política, o como lo han señalado ciertos autores, un procedimiento para tomar decisiones en lo político. Sólo unos pocos, catalogados como críticos, planteaban la necesidad de mirar otras dimensiones de la democracia, la económica y la social, es decir, la posibilidad de acceso a los bienes básicos y al trabajo para la mayoría de la sociedad. Algunos incluso consideran que se deben extrapolar los principios democráticos a la dimensión internacional – relaciones entre países- y al ámbito doméstico o privado. Era el momento de auge del discurso democrático en la posguerra fría. Después del 11-9, el discurso y la práctica de la democracia viven un retroceso. Efectivamente muchas democracias tienen amenazas de acciones terroristas, pero igualmente pareciera que algunos de sus gobernantes aprovecharon las circunstancias para establecer medidas que ponen en riesgo su mismo funcionamiento. Al colocarse como prioridad de los Estados la llamada 'lucha contra el terrorismo global', situada en la agenda por la potencia hegemónica, USA, se inició un proceso de restricción de las libertades públicas, tanto en la primera potencia global como en otros países del mundo desarrollado y en países en vías de desarrollo. Bajo el paraguas de 'Leyes Patrióticas' o 'Estatutos Antiterroristas', se produjo una restricción de la democracia y las libertades comenzaron a verse amenazadas con disposiciones de orden legal que pueden convertir una opinión contraria a los gobernantes en una proceso judicial; los medios de comunicación tendieron a ser alineados, con la justificación de enviar un solo mensaje a la sociedad para crear un frente común contra el terrorismo, se buscó contextos unanimistas, que no son propiamente el terreno fértil de la democracia y en los cuales la discrepancia con el gobernante es vista de manera sospechosa; el derecho a la intimidad igualmente empezó a verse afectado por medidas que autorizaban a violarlo; el presidencialismo o el poder ejecutivo se recubrió con nuevas atribuciones, de tal manera que el equilibrio entre los poderes públicos comenzó a volverse letra muerta; el poder militar, bajo diversas modalidades fue dotado de poderes excesivos, de tal manera que las posibilidades de autonomización del mismo empezaron a ser latentes, en fin, los servicio de inteligencia, antes que ser utilizados para definir línea s de respuesta estratégica frente a las amenazas reales de las sociedades, comenzaron a ser utilizados con fines políticos por los gobernantes de turno. Lo anterior, es sólo una muestra del conjunto de riesgos que parecen vivir las democracias contemporáneas y que justifican el que analistas como Juan Luis Cebrián hablen en su último libro del 'fundamentalismo democrático'. Que lleva a pensar y a reflexionar acerca de qué hacer, sobre las amenazas que la democracia está viviendo, desde fuera, pero también desde dentro, y a plantear la pregunta si se justifica, para defenderla, restringir sus alcances o si la respuesta a las amenazas de tipo terrorista es justamente ampliar y consolidar las democracias. * Alejo Vargas Velásquez. Profesor Universidad Nacional.
https://www.alainet.org/es/articulo/109410
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