Rompiendo estereotipos

30/06/1995
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El racismo y la discriminación de extranjeros/as en Europa es cada día mayor y sin embargo aumenta la migración hacia ese continente. Para los y las migrantes son pocas las oportunidades y muchas las exigencias; los europeos ven en el extranjero un usurpador de su bienestar, de sus empleos, etc. El movimiento feminista europeo, con todas sus variantes, está institucionalizado y son muy pocas las organizaciones que trabajan por las demandas de las mujeres extranjeras. Asimismo, el movimiento feminista latinoamericano se muestra mínimamente interesado por la problemática de las mujeres latinoamericanas residentes en Europa y, hasta la fecha, muchas de éstas han intentado tomar contacto con organizaciones de mujeres en América latina, pero con muy pocos resultados. A su vez, algunas mujeres europeas han tratado de abrir las puertas de sus organizaciones a las mujeres migrantes, pero sin obtener mucho éxito. Mujer contra mujer Tanto las europeas como las latinoamericanas nos vemos a través de los prejuicios y el mantenimiento de estereotipos. La mirada europea frente a las extranjeras está basada sobre los pre-conceptos de incapacidad, subvalorización, pobreza; una actitud de superioridad que para la migrante es humillante e insoportable. Es cierto que se dan gestos de solidaridad de las mujeres y las organizaciones europeas; sin embargo, el proceso de integración de la mujer latinoamericana en Europa no es fácil pues se trata de aprender otro idioma, otras costumbres sociales y religiosas, así como otra realidad laboral y familiar. En este proceso nos encontramos con diversas presiones e incomprensiones. Es importante que existan organizaciones de migrantes que luchen por sus derechos como minoría en Europa, pero esto no implica que se excluya y discrimine a los europeos/as que están o quieren trabajar conjuntamente. Lo ideal sería trabajar en doble vía: informando y concientizando a la colonia latinoamericana sobre su propia situación, y sensibilizar a la sociedad europea sobre nuestra situación con el objetivo de crear espacios de participación, particularmente para las mujeres. Luchando juntas Trabajar conjuntamente para crear un movimiento feminista multicultural y luchar para la construcción de una sociedad mejor, son puntos en común para las europeas y latinoamericanas. La vinculación de europeas, en la lucha contra la discriminación y el racismo en Europa, nos lleva a plantearnos estrategias de trabajo colectivo que permitan unificarnos en la construcción de una sociedad cada vez más pluralista y tolerante, sobre la presunción de que el 'planeta azul' es nuestra casa común. La discriminación y el racismo influyen en nuestras vidas ya sea como extranjeras o nativas, la intolerancia vuelve a la sociedad agresiva y la divide en dos. No podemos permitir que esta polarización la hereden las nuevas generaciones. El mestizaje de raza, de cultura y pensamiento es una realidad creciente, conflictiva pero al mismo tiempo enriquecedora; tener una actitud abierta, influir y dejarse influir por la diversidad del mundo, contribuye a crear nuevas síntesis en la que todos y todas somos partícipes y beneficiarias. No se trata de enfrentar la identidad latinoamericana frente a la europea en una competencia en la que sólo gana el resentimiento y la intolerancia y pierde el pluralismo y la solidaridad. Debemos siempre partir del principio de que cada país o pueblo, sea grande o chico, rico o pobre, aporta con su cultura a la humanidad. La solidaridad no es una obligación en sí misma, es más una comunidad de intereses y responsabilidades y, para que sea una adhesión a la causa de otros, se requiere que esa causa sea conocida y que esos otros y otras sean valoradas. La solidaridad y el trabajo conjunto entre mujeres de diversas culturas debe basarse en el pluralismo y la tolerancia. Ser capaces de crear una identidad de género, pese a las diferencias culturales, es uno de los grandes desafíos del movimiento feminista de este fin de siglo. * Este documento es parte de "Latinoamericanas en Europa: desilución en la tierra prometida", serie Aportes para el Debate No. 3.
https://www.alainet.org/es/articulo/104956

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