Un Canal para el desarrollo del país

11/04/1999
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El 16 de marzo pasado, se realizó en Panamá el Foro Centroamericano de Derechos Humanos "La transferencia del Canal de Panamá y la evacuación de las tropas norteamericanas. Su impacto nacional y regional", cuyo objetivo fue el de examinar los avances realizados para asegurar la evacuación militar de Estados Unidos, antes del 31 de diciembre de 1999, como está previsto en el Tratado del Canal de 1977. El Foro enfocó los problemas relacionados con la transferencia del Canal a Panamá y el diseño de políticas apropiadas para garantizar que este cambio beneficie a las grandes mayorías. Un Canal al servicio del desarrollo nacional Partiendo de la idea común de que el Canal de Panamá tiene que estar al servicio del desarrollo nacional, se hizo patente la necesidad de incorporar a los sectores populares y sus organizaciones en la elaboración de las políticas que definen el futuro de la vía acuática. Pues, hasta aquí, la población trabajadora ha sido excluida de las instancias de decisión, que atañen el futuro del Canal, lo que debilita la capacidad del país para alcanzar sus objetivos. Así, se subrayo en la urgencia de promover la formación técnica de los trabajadores y avanzar en la solución científica. El Foro hizo un llamado al gobierno actual, y al que resulte de las próximas elecciones, para que revise su política frente a los bienes revertidos de la Zona del Canal, señalando como trascendente a la erradicación de la corrupción, que amenaza la integridad de los bienes de la nación. También, incitó al gobierno a adoptar políticas para proteger la cuenca, los bosques y las áreas que pueden servir para el esparcimiento popular. El militarismo no tiene futuro La presencia militar extranjera en Panamá creó toda clase de conflictos, el país vivió un siglo de intervenciones, golpes e invasiones periódicas por parte de Estados Unidos, con saldos trágicos. De allí que el Foro clamó porque la evacuación de las bases militares se dé en forma definitiva y ordenada; que las bases sean entregadas saneadas de toda contaminación de municiones sin detonar, pues las 3250 hectáreas contaminadas que Estados Unidos quieren dejar en las áreas de los polígonos de tiro, constituyen un peligro permanente para la salud y para la vida de la población. "El militarismo ha dejado un legado nefasto en Panamá", señala la Declaración que resultó del evento, identificando entre las consecuencias la manipulación de las instituciones sociales y políticas por parte de las elites panameñas y el gobierno norteamericano. "Sin la presencia de tropas norteamericanas en Panamá, las relaciones entre ambos países pueden concentrarse en actividades mucho más productivas como el comercio, la ciencia, la educación y la cultura", enfatiza la Declaración. La solidaridad camino único hacia la liberación "Panamá tiene una larga trayectoria de luchas populares que entretejen con las expresiones de todos los pueblos de la región y del mundo. La solidaridad ha sido una forma de lucha que el pueblo panameño ha sabido desarrollar. Igualmente, los pueblos del mundo han reconocido la legitimidad de la causa panameña y le han prestado su apoyo entusiasta", gracias a ello el 1ro. de enero de 2000 sólo habrá una bandera de un extremo al otro de Panamá. Ahora, el desafío que se presenta es "convertir la soberanía conquistada en una herramienta para alcanzar la liberación social y económica. Tenemos que convertir el Canal de Panamá en la plataforma que asegure el bienestar de todo el pueblo", señalan. Los retos El Foro concluyó señalando el espíritu de lucha que existe en Panamá, gracias a lo cual se hizo realidad la recuperación del Canal. Sin embargo, existe preocupación sobre la forma en que algunos sectores se están apropiando de los frutos de las luchas de muchas generaciones, así por ejemplo, "las políticas de ventas y concesiones, sin objetivos claros y precisos, sólo se entienden si se sitúan en un contexto de enriquecimiento ilícito", señalaron. El Foro celebró la transferencia del Canal como un triunfo del pueblo y tomó nota de la decisión de todas las organizaciones participantes de continuar luchando hasta que el Canal de Panamá, la ruta de tránsito y todas las riquezas de ese país, esté a disposición de las nuevas generaciones que tendrán la tarea de construir una sociedad nueva, con justicia social y equidad. El último soldado norteamericano abandonará suelo panameño antes del 31 de diciembre de 1999 y Panamá espera que la despedida sea efectiva y permanente, sin subterfugios y sin futuras negociaciones. Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos de Centro América (CODEHUCA) Universidad de Panamá Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá (CONAPIP) Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (CONATO) Consejo de Rectores de Panamá Movimiento Nacional por la Defensa de la Soberanía (MONADESO)
https://www.alainet.org/es/articulo/104651
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