Amaneciendo un 11 de septiembre, entre la guerra y la paz

10/09/2014
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El mundo amanece hoy con sentimientos encontrados y atrapado entre la guerra y la paz.
 
Por un lado, la alegría por el encuentro de ayer entre el segundo grupo de víctimas del conflicto armado en Colombia y los negociadores del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
 
Esperanza en un posible cese el fuego bilateral, expectativa de paz tras varias décadas de violencia, posible inicio del proceso de verdad, justicia, reparación, garantía de no repetición… las víctimas del conflicto y la sociedad colombiana empiezan a creer que es posible revertir la historia del país. 
 
Por otro lado, el discurso del presidente estadunidense Barack Obama anoche, anunciando la ampliación de su campaña de guerra en Irak y las hostilidades contra el gobierno sirio mediante el respaldo a “opositores moderados en ese país” para destruir el grupo Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS, por su sigla en inglés).
 
Intensificación de los ataques mortales, multiplicación del número de refugiados y desplazados, polarización del mundo en buenos y malos, liderazgo de la comunidad internacional por un gobierno guerrerista, manipulación de los derechos humanos, la libertad y la democracia para defender intereses petroleros… en fin, el globo está atrapado en el círculo vicioso de la guerra.
 
He allí una de las grandes ambivalencias de nuestro mundo: la intensificación de la guerra (en Irak y Siria) y la búsqueda por la paz (por ejemplo, los esfuerzos por poner fin al conflicto armado en Colombia). Recuerdo la frase de San Ignacio de Loyola: “unos en guerra y otros en paz.” Pero con el agravante de que la guerra hoy día es global: nos afecta a todos y es impulsada por los poderosos del mundo, mientras que la paz sigue siendo la utopía de unos cuantos.
 
Existe toda una economía de la guerra, sustentada por una política de guerra y justificada por una ideología de la guerra. En esta lógica, la diplomacia está al servicio de la guerra y no es una alternativa a la misma.
 
Sin embargo, la paz es ocasión para despertar todo tipo de preguntas, miedos, inquietudes. ¿Qué tal si las FARC están utilizando el proceso de paz para fortalecer su presencia en los territorios que perdieron? ¿Quién se está beneficiando del negocio de la paz? ¿Esta paz no es sinónimo de impunidad? ¿Por qué las negociaciones se están haciendo en Cuba, un país comunista?
 
La guerra se ve como algo normal; el mundo sabe que los Estados Unidos ha estado emprendiendo una lucha despiadada contra el “terrorismo”, principalmente desde el 11 de septiembre de 2001. Pero se tiende a considerar que la paz es anormal, que es un sueño de moralistas, activistas de derechos humanos y locos. Hablar de “paz mundial” suena a cuentos de hada, mientras que la historia universal ratifica que hubo dos “guerras mundiales”. Incluso algunos piensan que el mundo está en la antesala de la tercera guerra mundial, con una Rusia rebelde.
 
¿Qué futuro tendrá la paz en una sociedad fracturada por la violencia y en un mundo en guerra global?
 
11 de septiembre de 2014
 
 
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/103238
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