Reelecto Netanyahu

15/04/2019
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El primer ministro de Israel ha vuelto a ganar las elecciones generales, aunque su mandato puede que no sea muy largo debido a las fuertes acusaciones morales en su contra.

 

Tras las elecciones legislativas de Israel del 9 de abril el partido Likud del actual primer ministro Benjamín “Bibi” Netanyahu consiguió 36 de los 120 parlamentarios frente a los 35 de su rival Benny Gantz de la alianza “Azul y Blanco”. Sin embargo, casi la mitad de los electores no votaron por ninguno de esos dos candidatos, y Netanyahu va a tener que lograr establecer su quinto mandato gracias al apoyo de dos partidos ultra-ortodoxos y de otros dos de derecha dura.

 

Reelegir a Bibi

 

El primer ministro Netanyahu es el más halcón que haya tenido Israel. Hoy es acusado por múltiples cargos judiciales, pero intenta combatir ello con su nuevo mandato, desde el cual ha de tratar de entorpecer todos los procesos en su contra.

 

Israel se encuentra en una serie crisis política debido al proceso de imputaciones contra su primer ministro, a quien el fiscal general de la nación Avichai Mandelblit le está presentando cargos por 3 casos diferentes, los cuales incluyen fraude y corrupción.

 

Según Ha’aretz (uno de los principales diarios hebreos) tanto él como sus otros 3 antecesores en el cargo (Ehud Olmert, Ehud Barak y Ariel Sharon) han sido objeto de investigaciones judiciales, mientras que el actual ministro de defensa Avidor Lieberman y todos los directivos de su partido “Nuestra Casa Israel” (el cual propone la separación y transferencia étnica de todos los árabes no judíos de Israel) están implicados en haber hecho inexplicables tratos por millones de dólares en el este europeo.

 

Mientras Olmert renunció a su puesto debido a esas acusaciones, “Bibi” quiere mantenerse en éste. A pesar que se estipula que una persona con tantos cargos debería emplear su tiempo para hacer frente a éstos, él está dispuesto a seguir como mandatario de Israel y tratar de conciliar las demandas de tiempo que le obliga dicho proceso con las que debe hacer como jefe del gobierno.

 

Al parecer “Bibi” quiere aprovecharse de estas imputaciones para presentar la imagen que es una víctima de una persecución política y aprobar luego una ley que le de inmunidad como jefe de gobierno.

 

Likud

 

Benjamin Netanyahu es el primer jefe de gobierno de dicho país que nació en su tierra pues todos los anteriores 8 primeros ministros israelíes fueron inmigrantes o colonos. Él es el único que ha gobernado de manera ininterrumpida durante una década y si logra ser reelecto podría superar sus actuales 13 años en el poder durante dos periodos diferentes y traspasar a David Ben Gurión, el fundador del Estado de Israel, como el primer ministro que más tiempo ha estado a la cabeza de dicho país.

 

Ben Gurión y Netanyahu son caras opuestas. El primero fue el jefe del laborismo que quiso hacer una democracia secular con muchos elementos de bienestar social y colectivismo, mientras que el segundo es el hijo del secretario privado de Zeev Jabotinski (el rival de los laboristas dentro del sionismo que se acercaba a los fascistas de Mussolini y que querían crear un Estado judío en todo el territorio que hoy ocupa Israel y Jordania, incluyendo las zonas palestinas).

 

Los laboristas encabezaron ininterrumpidamente a Israel durante sus primeras 3 décadas (de 1948 a 1977) y fueron responsables de la consolidación del Estado, de su ejército y del servicio secreto, así como de comandar las 4 guerras contra otros Estados que libró Israel (1947-48, 1956, 1967 y 1973).

 

En 1977 el Likud, un movimiento fundado por Jabotinski, llegó por primera vez al gobierno de Israel apoyándose en la nueva emigración de judíos orientales. Su primer gobernante fue Menahem Beguin, quien, a su vez, fue el primero en lograr la paz con Egipto.

 

El derechista Likud se fue diferenciando del laborismo en la cuestión social y, sobre todo en la territorial. Mientras los laboristas estaban dispuestos a aceptar un pequeño Estado palestino dentro de las zonas capturadas a Egipto y Jordania en la guerra de los 6 días de 1967, el Likud tendía a presentar objeciones a ello y condujo a varias incursiones militares a Líbano y Gaza, franja palestina a la cual uno de sus gobernantes accedió a retirar sus fuerzas debido a la ingobernabilidad de dicho territorio.

 

Neo-liberalismo y expansionismo

 

Estos fueron los lineamientos que ha tenido Israel bajo el premierato de Netanyahu (junio 1996 - julio 1999 y desde el 31 de marzo del 2009 hasta la fecha). “Bibi” ha privatizado empresas estatales y ha querido levantar la economía con mecanismos monetaristas.

 

En la cuestión de qué hacer con los territorios ocupados después de la guerra de 1967 él se ha negado a dar paso a un Estado palestino y ha seguido impulsando la construcción de asentamientos colonos en dichas tierras, lo cual en los hechos ha hecho inviable la creación de una república árabe ya que gran parte de sus áreas están colonizadas por nuevas urbes hebreas, las mismas que cortan la continuidad entre las zonas no judías. A eso se suma un mega-muro que parte comarcas palestinas.

 

A fin de mantenerse en el poder Netanyahu ha buscado transformar a Irán en un enemigo mortal contra el cual deben unirse todos los israelíes aduciendo que éste prepara un ataque nuclear y un cerco gracias a sus avances en Irak, Siria y Líbano.

 

No ciudadanos

 

La última gran modificación constitucional que “Bibi” ha hecho es hacer que Israel sea declarado un Estado de todos los judíos del mundo, y no tanto de los ciudadanos que han nacido allí, y relegando el árabe (lengua que habla casi la mitad de su población, entre no judíos y judíos de origen árabe) para que deje de ser lengua co-oficial.

 

Esto ha generado un fuerte resentimiento dentro de la minoría de la población palestina que tiene ciudadanía israelí, en particular dentro de los drusos (una comunidad religiosa distinta al islam y al cristianismo, cuyos miembros han sido muy activos en el ejército israelí), y también dentro de los judíos que son los que viven fuera de Israel quienes en sus países de nacimiento luchan por obtener igualdad de condiciones y trato como minoría, mientras que allí donde son mayoría (Israel) no se aplica ese principio a las demás etnias.

 

Durante el gobierno de “Bibi” se cumplieron en el 2017 medio siglo desde que las zonas de Gaza, la Franja Occidental del Jordán y el Golán fueron conquistados a Egipto, Jordania y Siria, respectivamente, y a sus pobladores no se les da ciudadanía ni se les permite votar o siquiera transitar libremente dentro de Israel.

 

Netanyahu, lejos de intentar darle a la mayoría de los árabes palestinos de esos territorios la ciudadanía, insiste en mantenerlos como personas con menos derechos e ingresos. Él piensa que si hiciera como todas las repúblicas americanas y les diera su pasaporte, entonces, la mitad o la mayoría de Israel dejarían de ser ciudadanos y electores judíos.

 

A fin de seguir en el poder Netanyahu se apoya en los parlamentarios y los ministros que le dan los partidos de ultraderecha que quieren anexionarse todos los territorios ocupados, que quieren nuevas guerras o que abiertamente llaman a la expulsión de las poblaciones nativas.

 

“Bibi” incluso ha forzado al frente de la extrema derecha a que incluya a los partidarios del asesinado rabino Kahane, a quien hasta EEUU ha incluido en la lista de “terroristas” debido a que han hecho acciones violentas y racistas contra los palestinos a quienes buscan echar a la fuerza de sus tierras. Todo ello ha pedido “Bibi” a fin de que logren pasar la valla electoral del 3% y entren como un bloque al parlamento que sea capaz de inclinar la balanza en su favor en la formación de un nuevo gobierno.

 

Benny Gantz

 

Quien pudiese destronar a Bibi es otra persona que ha nacido en Israel, pero que ha servido en las fuerzas armadas donde fue el comandante en jefe de Israel en 2011-15. El general Gantz ha combatido en todas las guerras sobre los libaneses y palestinos, y en un momento estuvo orgulloso de haber dejado a Gaza bajo escombros.

 

Gantz encabeza la nueva coalición de centro-derecha “Azul y Blanco” (por los colores de la bandera israelí). Él es, igualmente, otro representante de la derecha. Ha planteado anexarse los territorios arrebatados a Siria en 1967 y gran parte de las zonas palestinas conquistadas en 1967, pero admite la posibilidad de dar cierto status de autogobierno a lugares palestinos, aunque nunca ha planteado una alternativa de dar paso a un Estado palestino.

 

La diferencia con Netanyahu es que representa una derecha “moderada” menos intransigente ante los palestinos y con mayor apertura hacia los sectores seculares y menos socialmente conservadores y religiosos.

 

El laborismo, que fue el partido que fue moldeando a Israel en sus inicios, se ha desplomado a un nivel nunca antes visto y, al parecer, ha de lograr entre un 5% del parlamento, empatando en número de bancas por la lista árabe-comunista (la misma que ha perdido muchos votos tras haberse dividido y crecido las tendencias abstencionistas en ese sector), la cual pide igual trato para todos los habitantes y dar paso a dos Estados o a uno solo multiétnico.

 

Si Netanyahu continuase en el gobierno Israel seguiría inmersa en una crisis en la cual el jefe de gobierno estaría constantemente amenazado de más y más procesos judiciales. Para librarse de ellos “Bibi” bien podría ir hacia una nueva guerra contra los palestinos, Irán, Siria o Líbano para justificar la unidad nacional en torno a su caudillaje.

 

Una guerra entre Israel e Irán sería la peor que haya tenido el Medio Oriente, debido a que los persas tienen una larga tradición de poder regional, a que no han sido derrotados en todas las guerras que han logrado desde la revolución sunita de hace 4 décadas (desde la de 1980-88 en la que todas las potencias occidentales y los petro-monarquías arábigas armaron y financiaron a Saddam Hussein para que les invada, hasta las recientes en las cuales las fuerzas chiitas pro-Irán e Irán han llegado a tener posiciones de poder en Afganistán, Irak, Siria y Líbano creando un arco que ellos llaman el “eje de la resistencia”).

 

Hizbola, el partido-ejército pro-Irán del Líbano, se jacta de ser la única fuerza árabe en haber logrado expulsar a los israelíes de sus territorios y en estar preparados para “liberar” Palestina tomando control de varias partes del norte de Israel.

 

Una eventual guerra contra Irán, algo que Netanyahu baraja para evitar nuevos juicios y asumir popularidad interna, implicaría una de misiles de largo alcance y con dos rentes en el norte (Siria y Líbano) y varios al interior (los palestinos).

 

 

- Isaac Bigio es historiador y politólogo, economista formado en la London School of Economics donde enseñó ciencias políticas.


 

https://www.alainet.org/es/articulo/199333
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